centro de estudios del POP

RockdeLux es una revista snob. Como es española, en realidad consiste en una revisión de las revistas inglesas que viven inventando artistas y fabricando tendencias que en realidad no existen. O sea, si todos los grupos que los ingleses dicen que son buenos efectivamente lo fueran... pero no es así. Pero en el último número aparecido en los kioskos de esta ciudad atribulada, el desfase Inglaterra/España y España/Chile no ha podido echar abajo una estupenda entrevista a Micah P. Hinson.

A veces los artistas tienen algunas ideas que sirven para que uno, que es un lector de a pié como tanto le gusta decir a nuestros parlamentarios, piense por sí mismo.

Este sujeto indica que los artistas pop pueden ordenarse en dos filas. Acá, donde están los Strokes dice él, fórmense todos los revivalistas. O sea, los fundamentalmente copiones, los principalmente repetidores. Los Coldplay. Los que cada par de años dicen "hagamos un temita tipo qué se yo, ese estilo tan chori que pasó de moda hace 15 años". Copiones de, según el caso, ancestros propios y ajenos, o incluso de sí mismos (como el triste fito páez que sigue grabando versiones de sí mismo... o j. vasconcellos que hace 10 años que vive de un disco).

En el otro lado, los revisionistas. Fórmense detrás de Micah, claro. Estos, que son copiones también, tratan de ponerle algo más. Ponte tú, algo de Violeta Parra pero según tú, no según la misma Sra. Parra. Típicamente, los artistas que escuchan folklore hacen esto, desde Los Jaivas a Devendra Banhart: aprenden de los viejos y luego intentan copiar sin esconder la propia firma.

Igual que los pintores de reproducciones, al intentar el engaño o la falsificación (¿hay rock paraguayo?) siempre correrán el riesgo de que una repentina irrupción de creatividad deforme la copia. Un trazo distinto, un color inexacto. Un momento fatal de inspiración que delata al copión. Un dejo de creación, que echa por tierra el negocio arribista de tener un casi casi cuadro. Una baratija que corre el riesgo de ser valiosa.

En el Pop este tipo de gente es reconocida tardíamente. Porque a todos nos gusta escuchar lo reconocible de Keane que suena a Coldplay que suena a cualquier grupo británico que al final suena a los Beatles (que sonaban a americanos negros en un principio). Entonces nunca hay suficiente tiempo para saber ponte tú quién demonios es Arcade Fire. Dicen que son buenos.