centro de estudios del POP

Tendría yo unos 9 o 10 años cuando en Nueva York los Talking Heads sacaban un disco de nombre Speaking in tongues. Acá no había como saberlo, porque en esa época Chile quedaba realmente lejos de NY. Como en otro siglo.

El caso es que de la gira de ese disco se les ocurrió -estos cabros eran TAN ocurrentes- hacer una película. Dirigió Johnathan Demme, el de El silencio de los inocentes. Usaron un verso del tema "Girlfriend is better" para bautizar el resultado, tan bueno que es posiblemente lo mejor de su carrera: Stop making sense. Basta de hacer sentido, podría ser una traducción. Algo de hacerse viejo y ya no entender nada. Pero dicho así, como en imperativo, es buena la idea: abúrranse de entender. No entiendan nada.

Trae la mejor versión de Psycho killer, un tema soul (Take me to the river), Burning down the house que le ha dado resultados a Tom Jones tanto como a Franz Ferdinand, y la que me más me desespera: Once in a lifetime. Que es buenísima. Hasta Rotman, el chascón de los F. Cadillacs le hizo un cover bueno a esa.

El caset de Stop making sense fue encontrado a $570 en almacenes paris de san antonio con alameda, harán unos 15 años, 20 años. Toda la culpa es de la C. que nos invitó a ver el video a la oficina de su padre, Don C., y ahí nomás quedé.

¿Vé lo que pasa cuando hay edducación con finnes de luccro?

El sábado 14 de abril, a las 11.45 am, este centro de estudios destapa un convenio que tenía guardado.

Como dice al apocalipsis, "el que tenga oídos, que escuche".

Estamos escuchando un combo de Talk Talk, una re-edición de 2003 que venden muy barata.

Desde 1984 nos llega "It's my life", viejo disco pasado a Duran Duran, y por lo tanto a Roxy Music y por lo tanto a David Bowie. Disco que Federico Moura debe haber escuchado mientras se delineaba tranquilamente antes de actuar con sus hermanos y amigos.

Y como de contrabando, así como medio escondido, una perla: el disco "Spirit of Eden". El antecedente de tanta cosa escuchada después. Del '88, grabado en un momento digno de leyenda: encerrados en una iglesia, desentendidos de los plazos y cualquier obligación. No gira, no singles. Nada de nada, solamente 6 temas largos bordados a mano.

Nada que ver uno con otro, por supuesto, pero también emparentados por la elegancia y el respeto a la música. Impresionante.